El entorno económico colombiano en 2024 está marcado por la recuperación, aunque de manera cautelosa, debido a factores como las tasas de interés elevadas y una inflación persistente. El informe de BBVA Research sugiere un crecimiento del PIB de 1.8%, con un repunte esperado en la demanda interna durante el segundo semestre del año. Sin embargo, la construcción sigue enfrentando desafíos, mientras que el gasto público en infraestructura emerge como un pilar de reactivación.
Por otro lado, Bancolombia estima un crecimiento más conservador de 0.9%, debido a la desaceleración del consumo y a una inversión privada prudente en respuesta a la inflación. Frente a este contexto, el reto para las empresas colombianas es replantear sus estrategias comerciales, priorizando un conocimiento profundo de sus clientes y la eficiencia de los equipos de ventas para dinamizar el mercado.
Este contexto destaca la necesidad de que las empresas reconsideren sus estrategias comerciales, con un enfoque en entender profundamente a sus clientes y en optimizar sus equipos de ventas. Este ajuste estratégico puede ayudar a identificar nuevas oportunidades de mercado, personalizar ofertas y fortalecer el acompañamiento comercial, logrando una mayor efectividad en las ventas. Una estrategia bien estructurada podría marcar la diferencia en un contexto económico desafiante como el actual.
Para desarrollar un proceso de estrategia comercial eficaz en tiempos de recuperación económica, es fundamental fortalecer el conocimiento sobre el cliente, y aquí es donde un sistema de CRM (Customer Relationship Management) bien implementado y alineado con el equipo de generación de leads se convierte en una herramienta esencial.
Para enfrentar los desafíos actuales, un sistema de gestión de relaciones con clientes (CRM) bien implementado es una herramienta crucial. Este sistema no solo organiza la información de cada prospecto, sino que también permite al equipo comercial evaluar continuamente las oportunidades y alinear sus estrategias con el presupuesto y las metas de ventas. Esto resulta fundamental para realizar un análisis de rendimiento en función de los objetivos y ajustar las tácticas según el avance de las métricas de conversión. La implementación de una estrategia de generación de leads robusta, junto con el uso de datos en tiempo real, facilita clasificar cada cliente dentro del embudo de ventas, potenciando así la capacidad de respuesta.
En el contexto de reactivación económica, un flujo constante y bien gestionado de leads aumenta las oportunidades de negocio y proporciona un panorama claro de las necesidades del mercado en tiempo real. Al recibir más solicitudes, el CRM ayuda a identificar patrones en las demandas actuales, lo cual es útil para ajustar la oferta de productos o servicios en función de las nuevas tendencias de consumo. Este conocimiento profundo permite a las empresas adaptar su estrategia comercial para abordar las necesidades emergentes del mercado colombiano.
Una vez los leads ingresan al embudo de ventas, es esencial que el equipo comercial esté correctamente estructurado para manejar cada etapa de este proceso de manera eficaz. Asignar roles específicos dentro del equipo (por ejemplo, representantes de ventas enfocados en la prospección, ejecutivos para negociación y cierres) permite que cada oportunidad avance orgánicamente y maximiza la probabilidad de conversión. Un equipo comercial alineado con el CRM y capacitado en técnicas de conversación empática y análisis de datos asegura que cada lead recibe el tratamiento adecuado, incrementando la efectividad del proceso y el volumen de conversiones.
Esta integración de tecnología (CRM) y talento humano estructurado es una combinación poderosa para superar los desafíos económicos actuales, permitiendo una mayor adaptabilidad y personalización en el trato con el cliente, y acelerando así la recuperación comercial.
En la construcción de un equipo de ventas fuerte y eficiente, uno de los errores más comunes que cometen muchas empresas es asumir que todos los miembros del equipo tienen las mismas habilidades y capacidades. Este enfoque no solo es irrealista, sino que también limita el potencial del equipo y afecta directamente los resultados comerciales. Entender el estado actual de cada miembro del equipo, su experiencia, competencias y áreas de mejora es fundamental para establecer expectativas alcanzables y diseñar estrategias adecuadas.
Es frecuente que empresas establezcan objetivos de ventas ambiciosos (por ejemplo, objetivos superiores a seis cifras), sin considerar si su equipo de ventas tiene el perfil o las herramientas necesarias para alcanzarlos. Para lograr metas elevadas, es necesario contar con perfiles comerciales que puedan sostener esa carga de trabajo y rendimiento. Sin embargo, si los asesores comerciales están en una situación donde sus comisiones y salarios no son proporcionales a las metas establecidas (por ejemplo, ganando menos de 2 millones de pesos mensuales), es probable que haya una desconexión entre los objetivos de la empresa y la motivación del equipo.
Por tanto, es crucial alinear el presupuesto con las expectativas de ventas. Si una empresa desea alcanzar objetivos elevados, debe estar dispuesta a invertir en talento capaz de lograr esos resultados o en la formación de su equipo actual.
Revisar el estado y perfil de cada miembro del equipo permite identificar sus fortalezas y áreas de desarrollo. Basado en este análisis, la empresa puede estructurar planes de formación o mentoría que ayuden a cada vendedor a alcanzar un nuevo nivel de competencia y rendimiento. Esto no solo beneficia al empleado, permitiéndole mejorar sus habilidades comerciales y sus oportunidades de crecimiento, sino que también potencia los resultados de la empresa.
Al fortalecer el equipo, la organización crea un ambiente donde cada asesor entiende mejor las necesidades de los clientes y, con un enfoque empático, logra acompañarlos efectivamente en la resolución de sus necesidades. Un equipo capacitado y alineado con los objetivos de la empresa contribuye no solo a un mejor flujo de conversiones, sino también a una relación sólida con los clientes, lo cual incrementa las posibilidades de ventas y mejora el posicionamiento de la marca en el mercado.
Esta alineación y el desarrollo constante del equipo comercial son esenciales para que tanto la empresa como el equipo de ventas puedan crecer y cumplir con las metas de una manera sostenible y efectiva
La creación de una estrategia comercial integrada que abarque varias áreas de la empresa y no solo el equipo de ventas es fundamental para mejorar el proceso de conversión y experiencia del cliente. El objetivo es que el acompañamiento comercial no sea visto como una responsabilidad exclusiva de ventas, sino como un viaje multidisciplinario donde áreas como marketing digital, experiencia de usuario, y servicio al cliente juegan clave. Aquí te explico cómo estructurar esta visión estratégica:
La creación de contenido debe estar alineada con los insights que el equipo de ventas obtiene de las interacciones con los clientes. Esto significa que, en lugar de enviar correos masivos y automatizados basados únicamente en la etapa del embudo de ventas, cada cliente potencial recibe contenido relevante según sus intereses, preguntas, y preocupaciones detectadas en sus interacciones previas. La personalización y el uso de datos cualitativos permiten adaptar la comunicación y mejorar la percepción de valor de la marca.
Por ejemplo, si el equipo comercial detecta que un cliente está interesado en una función específica del producto, el equipo de marketing puede enviar artículos, casos de estudio, o videos relacionados que fortalezcan el interés y fomenten una relación de confianza. Esta colaboración crea una comunicación más empática y personalizada, acelerando la toma de decisión del cliente.
Un CRM robusto y bien configurado permite al equipo comercial identificar clientes potenciales que, por su perfil, podrían beneficiarse de un acompañamiento más cercano. Estos clientes pueden requerir una experiencia directa con el producto o la marca para resolver dudas específicas y comprender el valor de la propuesta.
Para estos casos, la empresa puede organizar demos, eventos personalizados o pruebas de producto, donde el cliente pueda experimentar la marca de manera inmersiva. Esta acción refuerza la relación y permite una conexión más significativa con la propuesta de valor.
Para que el cliente tenga una experiencia coherente y enriquecedora con la marca, todas las áreas de soporte deben estar alineadas en la estrategia de acompañamiento. Desde el diseño del contenido digital hasta la atención al cliente, cada área debe conocer las etapas en las que se encuentra el cliente y los objetivos específicos de cada fase del proceso de ventas.
Esta sinergia entre áreas, además de fortalecer el embudo de conversión, mejora la experiencia de marca para el cliente, quien percibe un acompañamiento coherente y un enfoque personalizado que lo ayuda en su toma de decisión.
Este enfoque colaborativo convierte el viaje de compra en una experiencia integral, donde el cliente siente que su necesidad es comprendida y que la empresa está comprometida en brindarle soluciones acordes a sus expectativas, incrementando las posibilidades de cierre de ventas y fidelización.
En este punto, el enfoque en un seguimiento estructurado y empático es clave. Durante épocas de crecimiento lento, como la que experimenta el mercado colombiano, los espacios de revisión de KPI’s y resultados deben transformarse en espacios de apoyo y reflexión estratégica. La evaluación de los resultados debe ser una oportunidad para que el equipo comercial exprese necesidades y desafíos estratégicos, contando con el soporte de un perfil con visión estratégica que facilite explorar nuevas tácticas para mejorar las cifras. La intención no es atacar al equipo, sino construir en conjunto.
Por otro lado, el uso de herramientas tecnológicas y procesos de automatización puede optimizar este proceso, permitiendo que los espacios de revisión sean puntuales y que las reuniones largas se limiten a casos estratégicos. Esto libera tiempo al equipo para que se concentre en llamadas de seguimiento, citas con clientes potenciales, y propuestas comerciales. Entre más clientes puedan atender, mayores serán las oportunidades de cierre y resultados.
Incluir al departamento de Talento Humano o Desarrollo Organizacional también es relevante para mantener la moral del equipo alta y brindar un soporte adecuado en términos de capacitación, clima organizacional y acompañamiento personal, generando un ambiente propicio para el crecimiento personal y profesional.
La implementación de un proceso de acompañamiento continuo debe estar respaldada por métricas que midan el avance en cada etapa del embudo de conversión, permitiendo un entendimiento claro del desempeño y posibles mejoras en el proceso de ventas. Se debe revisar cuántos clientes potenciales logran cerrarse en comparación con los leads iniciales, permitiendo entender las tasas de conversión en cada fase y la eficacia de las estrategias de captación y seguimiento.
La revisión continua también permite al equipo identificar cuáles tácticas de generación de leads son más exitosas, lo que facilita un enfoque en acciones de captación de alta conversión y, en última instancia, un aumento en las ventas. Este análisis de datos y hallazgos permitirá decisiones basadas en rendimiento, optimizando los esfuerzos comerciales y asegurando que cada recurso esté orientado a maximizar el valor en cada punto del embudo.
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